Dejar de fumar es sin duda una de las mejores decisiones que puedes tomar en tu vida. Cada vez es menos común que la gente fume y eso se debe a que fumar tiene muchísimos riesgos para nuestra salud como aumentar las probabilidades de tener cáncer, ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, muerte prematura, cataratas y arrugas de la piel.
Es una decisión fácil de tomar aunque complicada de ejecutar. Para llevarla a cabo puedes hacer pequeños cambios en tu estilo de vida que pueden ayudarte a resistir la tentación de encender un cigarrillo.
Puede que hayas intentado dejar de fumar antes y no lo hayas conseguido, pero no dejes que eso te desanime.
Haz una promesa, fija una fecha y cúmplela. Cumplir con la regla de "no fumar" puede ser de gran ayuda.
Cada vez que te encuentres con dificultades, piensa en las consecuencias positivas de dejar este hábito. Si no consigues que se pasen las ganas, intenta posponer ese cigarrillo que tanto te apetece. Para modificar hábitos muy arraigados, se ha demostrado que la demora en la gratificación nos ayuda a reeducar nuestros impulsos y este autocontrol se puede entrenar. En el caso de que no puedas resistir la tentación, no pienses que tu plan ha fallado. Si has fumado un cigarrillo saltándote tu plan, no tienes porqué fumar el siguiente. Acepta el error con amabilidad y reconduce tu plan. Piensa con antelación en los momentos en los que podría ser difícil (una fiesta, por ejemplo), y planifica tus acciones y rutas de escape con antelación.
¿El cigarrillo de después de la cena es tu favorito? Cambia tu rutina a la hora de comer o después de hacerlo. Levantarse y fregar los platos enseguida o instalarse en una habitación donde no se fume puede ayudar.
Las bebidas gaseosas, el alcohol, los refrescos de cola, el té y el café mejoran el sabor de los cigarrillos. Así que, cuando salgas, bebe más agua y zumos. Algunas personas descubren que el simple hecho de cambiar de bebida (por ejemplo, pasar de vino a vodka y zumo de tomate) afecta a la necesidad de fumar.
Un antojo puede durar 5 minutos. Antes de dejarlo, haz una lista de estrategias de 5 minutos que te ayuden a superar el antojo.
Si tus amigos o familiares también quieren dejar de fumar, proponles que lo hagáis juntos.
También puedes buscar apoyo de profesionales. ¿Sabías que tienes hasta 4 veces más probabilidades de dejar de fumar con la ayuda y el asesoramiento de expertos?
Una revisión de estudios científicos ha demostrado que el ejercicio, incluso un paseo de 5 minutos o un estiramiento, reduce las ganas de fumar y puede ayudar al cerebro a producir sustancias químicas contra el ansia.
Cuando estés en una fiesta, quédate con los no fumadores.
Si te gusta sostener un cigarrillo, existen productos manuales como el inhalador o los cigarrillos electrónicos. Cuando salgas, intenta poner tu bebida en la mano que normalmente sostiene el cigarrillo, o bebe con una pajita para mantener la boca ocupada.
Sigue recordándote por qué has tomado la decisión de dejarlo. Haz una lista de las razones y léela cuando necesites apoyo.
Si quieres dejar de fumar existen diferentes tratamientos disponibles en tiendas, farmacias y con receta para ayudarte a vencer la adicción y reducir los síntomas de abstinencia.
El tratamiento que debes elegir dependerá de tus preferencias, tu edad, tu situación, etc. En cualquier caso, lo mejor es buscar ayuda médica para hacerlo y existen programas para dejar de fumar que se adaptan a cada persona para garantizar mejores resultados. Inscríbete y déjate guiar por los profesionales. Se ha demostrado que el acompañamiento profesional en los cambios de hábitos multiplican las posibilidades de éxito.
La principal razón por la que la gente fuma es porque es adicta a la nicotina. Las TRN consisten en el uso de medicamentos que proporcionan un bajo nivel de nicotina, sin el alquitrán, el monóxido de carbono y otras sustancias químicas venenosas presentes en el humo del tabaco.
Este tratamiento puede ayudar a reducir los desagradables efectos de la abstinencia, como el mal humor y los antojos, que pueden aparecer cuando se deja de fumar.
Está disponible en forma de:
Los parches liberan la nicotina lentamente. Algunos se llevan todo el tiempo y otros deben quitarse por la noche. Los inhaladores, los chicles y los aerosoles actúan más rápidamente y pueden ser mejores para ayudar a combatir el deseo de fumar.
El tratamiento con TRN suele durar entre 8 y 12 semanas, antes de reducir gradualmente la dosis y, finalmente, dejarlo. Aunque puedes encontrar este tratamiento en la farmacia te recomendamos que hables con tu médico antes de empezar cualquier tratamiento.
El bupropión (nombre de marca Zyban) es un medicamento utilizado originalmente para tratar la depresión, pero desde entonces se ha descubierto que ayuda a las personas a dejar de fumar.
No está claro cómo funciona exactamente, pero se cree que tiene un efecto sobre las partes del cerebro implicadas en el comportamiento adictivo.
El bupropión sólo puede adquirirse con receta médica y se toma en forma de 1 ó 2 comprimidos al día y suele durar entre 7 y 9 semanas.
La citisina es un alcaloide vegetal que proviene de las semillas de los árboles del género Cytisus laburnum. Aunque no contiene nicotina posee afinidad por los receptores nicotínicos llevando a cabo una doble acción: estimulación de los receptores produciendo una reducción de los síntomas del síndrome de abstinencia, y bloqueo de éstos evitando que el paciente sienta la necesidad de fumar.
Varios estudios han demostrado que el uso de citisina aumenta por tres las posibilidades de dejar de fumar, considerándose un fármaco muy seguro y con buena tolerancia y con una pauta que permite conseguir resultados en 25 días.