Si ya sabías cómo el estrés puede afectar a tu estado de salud y edad biológica, en este artículo te explicamos una técnica para dejarlo atrás
El estrés no es solo parte de la vida laboral, también se puede experimentar mucho estrés en otras facetas de la vida. Siempre te ofreces para ayudar, cuidas de tus hijos, diriges el club local y los eventos y además juegas al golf, ¡siempre con ocupaciones! Y no es solo la apretada agenda lo que causa estrés, sino también las situaciones difíciles pueden afectar negativamente a tus emociones. La pregunta es, ¿cómo no estresarte y mantenerte en calma a pesar de todo esto? El ‘Mindfulness’ es la solución. Con la atención plena, combates el estrés y mantienes la mente joven.
En la década de 1970, el médico estadounidense Jon Kabat-Zinn desarrolló un entrenamiento destinado a reducir el estrés. Se inspiró en las meditaciones que han sido una parte fundamental del budismo durante siglos. Kabat-Zin sacó elementos de la meditación budista del contexto original y los incorporó a un entrenamiento que estaba destinado a personas con quejas de dolor crónico. Sin embargo, el programa resultó tan famoso que pronto se usó más ampliamente. Cada vez está más comprobado científicamente que la atención plena tiene un efecto positivo en todo tipo de aspectos, incluidos el estrés, la ansiedad y la tristeza.
La atención plena se ha convertido en un verdadero éxito, llena artículos en revistas y se ofrecen numerosos cursos de formación y además, es buena para todo el mundo. Al vivir conscientemente, puedes combatir todo tipo de dolencias físicas y psicológicas.
La atención plena o ‘mindfulness’ se trata de ser plenamente consciente del momento presente. A menudo vives en piloto automático y haces las actividades diarias sin pensar en ello. Piensas mucho en el futuro y en el pasado. Te ocupas con tus sueños y logrando metas.
Mientras te sientas en el sofá y ves la televisión, piensa en las tareas que tienes que hacer mañana. Mientras haces las tareas del hogar, piensas en las conversaciones que tuviste ese día. ¿Reconoces eso? Al estar siempre en otro lugar con la cabeza tienes más probabilidad de generar estrés, te olvidas de disfrutar de los asuntos más cotidianos que también son importantes y pasan desapercibidos.
La atención plena es como un deporte para tu mente. Las investigaciones muestran que la atención plena fortalece el cerebro. La parte de tu cerebro que causa la experiencia del estrés, la amígdala, se activa con menos rapidez con la atención plena. La parte del cerebro que se ocupa de la recuperación del estrés, el hipocampo, se vuelve más activa. La investigación también muestra que la corteza prefrontal se fortalece a través de la meditación y la atención plena. Esto significa que tu cerebro tiene más energía y enfoque para planificar, encontrar soluciones, analizar, poner las cosas en perspectiva y creatividad.
¿Cómo lo haces? ¿cómo disfrutar ahora? No tienes que ser un yogui para aplicar la atención plena a tu vida diaria. Puedes comenzar de manera muy simple con el siguiente ejercicio:
Siéntate en silencio. Inhala y exhala profundamente unas cuantas veces. Relaja tu cuello y hombros. Concentra tu atención en nada más que tu respiración. Escucha los sonidos que te rodean. Puedes escuchar el canto de los pájaros. Oyes al cartero tirar el periódico por el buzón. Sientes una brisa fresca en tu piel. Puedes oler el aroma de las flores en la mesa. Ves niños jugando a través de la ventana y un gato caminando por el jardín. Puedes sentir la tela de la silla debajo de tu cuerpo. Eres consciente de lo que sucede a tu alrededor. Está bien cuando vienen pensamientos a la mente. Pero en lugar de prestarles atención, los dejas pasar de nuevo. Estás en el aquí y ahora.
Especialmente a medida que se envejece, se suele reflexionar regularmente sobre la vida. Esto puede causar preocupación e inquietud. El ‘mindfulness’ realmente puede ayudar a reducir el estrés. No puedes evitar envejecer, pero lo que puedes hacer es prevenir y llevar un envejecimiento activo. Entrenarte para ser consciente del momento durante media hora al día puede marcar una gran diferencia. Experiméntalo tú mismo y mantén tu espíritu joven para siempre.